Por Ana M. Alvarado Hernández
George Mason University, Virginia
Inocentes de las crueldades del gobierno
Apuesto que sus familias en silencio
los han llamado, los han llorado
Sin saber que los pobres inocentes
han sido botados,
Que los fueron a tirar a otro país;
A otra ciudad, a otro ambiente,
A un lugar desconocido completamente.
Niños libres de culpabilidad
Sin saber qué es la maldad,
Que han llegado a la humanidad
Con amor, pero se han enfrentado
con otra realidad.
Quizá nunca conozcan sus raíces
Quizá nunca vuelvan a sus países.
Quién sabe si sobrevivieron
Quién sabe si de hambre murieron