Homenaje a niños uruguayos

Por Ana M. Alvarado Hernández
George Mason University, Virginia

Inocentes de las crueldades del gobierno
Apuesto que sus familias en silencio
los han llamado, los han llorado
Sin saber que los pobres inocentes
han sido botados,

Que los fueron a tirar a otro país;
A otra ciudad, a otro ambiente,
A un lugar desconocido completamente.

Niños libres de culpabilidad
Sin saber qué es la maldad,
Que han llegado a la humanidad
Con amor, pero se han enfrentado
con otra realidad.

Quizá nunca conozcan sus raíces
Quizá nunca vuelvan a sus países.
Quién sabe si sobrevivieron
Quién sabe si de hambre murieron

Rodrigo y Carmen G. quemados vivos

Por Ana M. Alvarado Hernández
George Mason University, Virginia

En esos tiempos no había sentimientos.
Las manos asesinas no tenían corazón,
Ni mucho menos había perdón.

¿Qué importaba si era de día o de noche?
No importaba si los inocentes veían
estas masacres.
¿Qué importaba si era verdad
o solo una acusación?
Para los asesinos no había explicación.

Para los sospechosos no había juicios
¿Cómo podían probar que eran inocentes?
El gobierno se valía de muchos prejuicios
Para hacer maldades a su propia gente.

Encapuchados vestidos de civiles
Llegaron a amenazar con misiles,
Pero los terminaron quemando vivos.
No les importó que sus hijos fueran testigos.